Con vistas al mar
Una anciana sacude una alfombra
cuando nadie mira al cielo
sin ver caer el polvo blanco
acumulado en horas de tensa espera
Las cajas y bancos
han colonizado todas las esquinas
y las prostitutas se buscan la vida
en casas de campo, cortejando taxistas
ligeras de ropa con cara de rebajas
minimizadas a geiseres de placer
que no cesan de ser expoliados
por los deseos ajenos
mientras las ventanas tiemblan
ante la presencia de autobuses
que llevan a gente adormilada
a sus lugares de trabajo
en horas en las que el sol
es un punto luminoso
que se hara realidad
achicharrando nuestras celdas laborales
entre gotas de sudor que salinizan los rostros
expuestos a corrientes de aires saharianos".
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